No dejen decirles que ustedes son solamente garra. No dejen decirles que ustedes no tienen grandes artistas, del tamaño de otros grandes campeones.
No dejen decirles que esa selección es solamente un equipo bien organizado, donde juegan hombres que están juntos hace mucho tiempo.
No dejen los derrotados y algunos periodistas extrangeros- que no saben ver más allá y más para dentro - intenten disminuir el valor de esa Celeste.
No dejen, porque no es verdad.
La verdad es que no hay hoy, en el Mundo, un delantero tan completo como Luisito Suárez, una tormenta para cualquier defensa adversária, un ilusionista, un inventor de espacios donde no hay, un mágico, un matador implacable frente a frente con los arqueros. En ese grande western que son los partidos de decisión, Suarez es el Clint Eastwood del gol. No duda nunca. Marca. Y, pistolero romántico (¿existe eso en las películas?), tiene el placer de dejar algunos disparos fatales para sus compañeros, como hizo en el último gol. El gol que consagró su amigo y también matador, Diego Forlán.
¿Acuerdante del arte, que empezó ese texto? Forlán es arte puro cada vez que sus piés tocan la pelota. Mirarlo es como volver en el tiempo y revivir aquellos maestros del snooker, que daban sus tacadas con una clase, estilo y fuerza mágicas. Es Forlan también un esgrimista del fútbol, haciendo siempre un gesto casi perfecto de patear la pelota. Como sí fuese un D´Artagnan del balón, no solamente pateas, mata, hace siempre un gran touché!
El destino y la poesía épica que escriben los grandes campeones no podia dejar el mosquetero sin besar las redes en esa Copa América ya mítica. Hicelo dos vezes, porque es um hombre de leyenda, y la leyenda del mayor goleador de la história de La Celeste necesitaba el número 2.
El mismo número, pero en las espaldas, lleva o Gran Capitáin, el General, Ese verdadero Rey Viking. Diego Lugano, El Thor charrúa, un monstruo, el hombre que mira altivo los exércitos enemigos y gritales con todas sus venas: NO PASARÁN! Y, caso lo casi imposible suceda, que Lugano sea derrumbado, los adversários veen El Sucesor del Furioso, veen al también hercúleo, enorme, Sebastián Coates. Solamente pueden desistir y bater en retirada. Pues los defensores uruguayos son como el Obélix de la historieta belga, conocen todo de la arte de resistir. Y tratan a todos como romanos... (¿Suarez y sus compañeros serian un exército de Asterix???)
Ante un invasor, La Celeste tiene el espírito, el coraje y el arte de las palavras del espartano Leónidas cuando el emissario del rey Dario mandó decirle para bajar las armas, porque Persia tenia tantas flechas que cubriria el Sol. Leónidas, ese grego de alma charrúa, contestó: "Mejor, combatiremos en las sombras".
Ante un invasor, La Celeste tiene el espírito, el coraje y el arte de las palavras del espartano Leónidas cuando el emissario del rey Dario mandó decirle para bajar las armas, porque Persia tenia tantas flechas que cubriria el Sol. Leónidas, ese grego de alma charrúa, contestó: "Mejor, combatiremos en las sombras".
La resistencia, sin embargo, no es únicamente el arte de Lugano y Coates. Es también el poder de quitar la pelota, es el poder de anticiparse. ¿Quién es mayor, hoy, que Arévolo Ríos, en esa tarea de bravos? ¿No es arte lo que hice en el segundo gol de Uruguay, robando y después regalando su amigo Forlán???
¿No es arte la capacidad de los Pereiras de crear ataques peligrosos en las esquinas del campo?
¿No es arte esa gana de dar el sangre por una simple recuperación de la pelota, como aquella increíble carrera de Ruso para no dejar la pelota salir?
¿No es arte, enseñanza de la vida para el fútbol y para todos, el hecho de que eses jugadores celestes son también amigos, más que eso, compañeros?
¿No son arte las sonrisas del fondo del alma y los abrazos de hermanos que eses jugadores ofrecen para cada uno que viste ese manto celeste?
¿No es arte la emoción de niños que eses hombres demostran en cada partido, en cada gol?
¿No es arte, una verdadera pedagogia del fútbol más humano y bello, lo que enseña el padre de todo eso, el Maestro Óscar Tabarez?
¿No es arte todo ese proyecto que Tábarez empezó seis años atrás?
A los pobres de espírito que no veen más que la eterna vieja charrúa (si, colosal!) en ese Uruguay, no comprenderan nada. Tal vez porque, como enseñó el viejo maestro (Jackie Chan) de la película Karate Kid al hijo de Will Smith, no saben que “no basta ver, hay que sentir”.
Hay que sentir el fútbol - en la piel, en el corazón y en el alma – para aprender todas las lecciones grandiosas de los hombres de Tabárez.
Hay que amar, el fútbol y la vida, para aprovechar las maravillhosas jornadas de esa Celeste, tal vez la más bella campeona de la história de la Copa América.
La más bella porque la más humana.
Porque hecha de jugadores que son hombres nobles y apasionados.
Hombres solidários, que juegan por todo un país.
Gracias por todo eso! (y perdonánme por ese castellano lleno de errores de un brasileño).
"Aunque no sea Uruguayo
Me emociona ese país de corazón
Amo el fútbol de los charrúas
Su Equipo que me deja feliz
Porque pelea con el alma
Pelea sin temor
Porque pelea por el País
y lo hace con amor"
(Versos de José Eduardo de Oliveira Costa, 76 años, mi papá)
PS - ?No es arte el gol más bonito de toda esa Copa América, el último gol de Uuguay???
"Aunque no sea Uruguayo
Me emociona ese país de corazón
Amo el fútbol de los charrúas
Su Equipo que me deja feliz
Porque pelea con el alma
Pelea sin temor
Porque pelea por el País
y lo hace con amor"
(Versos de José Eduardo de Oliveira Costa, 76 años, mi papá)
PS - ?No es arte el gol más bonito de toda esa Copa América, el último gol de Uuguay???